¡eureka! "habemus
vinun"...
Pacientemente, un 3 de octubre, luego un 7
de noviembre y hoy un 10 de diciembre... días de trasiegos y estudio, conforme
a las antiguas costumbres en luna menguante.
HOY, DESPUÉS DE LA PERTINENTE Y NECESARIA
"CATA" efectuada por nuestro "científico y curtido" así
como experimentado "enólogo" (por contagio familiar) D. Justo Romero
Caballero, hemos comprobado el nivel de maduración de este caldo fermentado de
uva (y contrastada por mí -mientras, los alumnos observaban). Y sí comprobamos
que vamos por buen camino.
Se ha vuelto a poner de nuevo en reposo.
Ahora que ya el frío invita a concentrar la "virtus y esencia" para
que esta labor callada de "coma asistido" posibilite esa
recuperación-elaboración "interna".
Y sin nada de euforia, puedo decir la
sorpresa agradable de sentir la suavidad que había adquirido este caldo desde
la última vez; entonces me tenía mosqueado, ¡pero no!, él así mismo se ha
corregido, al igual que la misma educación en el alumnado... llegan recios,
reacios, crespos, díscolos,... para luego ir asumiendo esa transformación,
interna, personal y autónoma.
Sigamos pues el camino, al fin y al cabo,
naturales somos.
puede verse aún la turbidez del mosto y una ligera fermentación
en esa espuma del burbujeo, dándose muestra del proceso de generación del vino
hay una decantación y un asentamiento de los elementos que componían al mosto
y que cumplida su función se retiran de la acción, pasando a un reposo
que nosotros vamos poco a poco retirando.
¡Hasta el mes que viene,
decimos a nuestro generoso y mágico caldo!